viernes, 22 de julio de 2016

Proyecto "Un mundo de juegos"



Imagen
Pienso que la imaginacn está constantemente en juego. Quizá sea eso: una continua puesta en escena de la habilidad para soñar la que me hacía de niña jugar con lo que no eran juguetes. Me interesaban cada vez menos los juguetes que desde muy pequeña pensaba que habían hecho los adultos. 

Recuerdo lo que para mí fue una brutal toma de conciencia de lo que hasta entonces solo era una intuición, la visita con mi colegio a una fábrica de juguetes. Un reino de plástico de muñecas descuartizadas y brillantes piezas de coches con un ruido ensordecedor de máquinas que rugían a la vez. Olía fatal y el resto de las niñas sonreían con brillantes ojos y total entusiasmo. 

Tenía 8 años y entendí en aquel momento por qué había preferido siempre pinturas de madera  a cualquier juguete, por qué guardaba palos, piedras, hojas. 

Tardé en encontrar el juguete más hermoso del mundo: este largo y esbelto tronco de bambú que mantuve como un tesoro y que, después de admirar diariamente el secreto de sus vetas, pinté:


Cómo lo encontré y en qué se ha convertido es otra historia. 
Pincha el enlace para saber más.

Un juguete inspirador







3 comentarios:

  1. Me encanta el rememorar de esa vivencias, me sentí esa misma niña que narrabas, excelente.

    ResponderEliminar
  2. Hola Reyes!!
    Gracias por compartir con todos nosotros esta hermosa historia y por ser parte de esta propuesta educativa.
    Saludos
    Cristina
    Equipo Docente

    ResponderEliminar
  3. A mi también me ha gustado Reyes. Gracias y un saludo

    ResponderEliminar